jueves, 14 de enero de 2010

Reencuentro


Siento el hervor,
navego hacia atrás,
me reencuentro con patrias,
aromas, caracolas y Pablo Neruda


1 comentario:

  1. Llegué al haiku montado en un chevy del 41,
    con aquellos beat del bebop despavorido que bebían oporto de napa valley
    en garrafas de cinco litros, mientras conducían las praderas
    recitando a Thoreau
    recitándose los vientos. El haiku se hizo carne

    en un cuenco de trigo sarraceno cocinado en una vieja
    lata de café quemada por fuera, inmensa por dentro,
    al fuego de la oscuridad tormenta
    de las playas de big sur, yo también quise ser beat

    vagabundo del dharma y subirme a trenes viejos
    que unen phoenix con nuevo mexico,
    y luego suben hasta ontario

    Desde entonces resuena en mi memoria
    la sabiduría del maestro basho

    no sigas las huellas de los antiguos
    busca lo que ellos buscaron

    Pero yo cambié un jack por otro jack,
    london por kerouac,
    y me eché al camino como pude, con delirios aprendidos en el hogar
    turbulento
    Empecé a creer, despacio, pero el haiku se quitó de enmedio. Yo también me
    quedé
    quieto.

    Hoy ha vuelto.
    Esta tarde, mientras miraba al bicho oscuro y le preguntaba

    por qué

    me he regalado unos versos, y he llorado de emoción
    y de pájaro viajero

    jaiku de nuevo año
    propósitos para éste

    cumplirlos

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