lunes, 17 de mayo de 2010

Exámenes

Déme un segundo, un minuto,
le digo a la profesora,
o en su defecto
un beso en la boca
con la respuesta acertada
Acaba el examen
y empieza el vacío
de nata e incertidumbre
Preguntas, silencios,
rasta de palabras,
equívocos invertidos
Las respuestas rebasando
los bordes del fondo de un folio en blanco
Déme un segundo, un minuto,
un cáncer en el tablón de anuncios
Pero ni caso,
yo a solas con mis límites
Termino. Entrego.
Me olvido

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