miércoles, 31 de diciembre de 2008

Futuro poético

Fin de Año.
La noche de fin de año está cerca . Agranda su boca y todo lo engulle: el llanto del niño en Palestina con un brazo menos o al Espíritu Santo asustado y huyendo del cuerpo magullado por tanta maldad. Una boca partida por un proyectil de risa hebrea, europea, de Navidad - qué más da-, se pasea por mi televisor de plasma -todavía no lo tengo, espero que los reyes se porten- mientras me como un manjar. 
Las noticias son de mentira, me decía no hace mucho mi amigo Fellini. Es cierto, es como ver una bonita película donde siempre hay un final triste. Siempre hay alguna mora quejándose y levantando los brazos porque se han cepillado a un hijo. Esa gente está aburrida, escuché el otro día. ¿Qué se puede hacer al escuchar semejante barbaridad? Yo, indignarme y mirar con cara de asco. También podría beberme una buena botella de vino y desalojar la ignominia. 
Pero esto es Europa, y yo, a veces, hasta me lo creo. Aunque mi inglés es nefasto se puede uno considerar europeo. "España es el problema, Europa la solución".
Esta noche cena, uvas y copas. Mi novia con vestido nuevo, de un terciopelo brillante, elegante. Yo, con la garganta irritada y sin muchas ganas de salir; pero no quiero parecer un aguafiestas, así que me pondré la mejor sonrisa e intentaré estar a la altura que el fin de año espera de mí -aunque no creo que espere nada. En cambio yo, sí espero cosas del nuevo año; muchas, demasiadas. Que no se diga. Pero no voy a enumerarlas aquí como un poetastro aficionado a colmar sus ambiciones en la red.
Así es, pasamos de la tragedia Palestina al vestido glamuroso de terciopelo sin inmutarnos, sin sufrirlo; como el que ve un sainete en la pantalla de televisión. 
El Mesías negro llega a la tierra el 20 de Enero, esperemos que no rompa la ilusión, tan quebradiza como un cristal delicado, de un solo golpe. 
El futuro poético es el que espero.

2 comentarios:

  1. Un largo camino espera al hombre para ser salvado, ningún mesias disfrazado de presidente de un país en decadencia podrá frenar la mezquindad humana...No necesitamos políticos que nos salven ni economistas que con sus formulas mágicas equilibren la balanza, ni periodistas que nos retrasmitan lo horrores de una guerra ni tan siquiera necesitamos diseñadores que confeccionen vestidos de terciopelo azul....El camino está en dejar de ser hombres ordinarios, en decidir y que nadie decida por nosotros, el camino está en la ruptura de la mediocridad, de la indiferencia...No podemos atragantarnos de uvas y no atragantarnos cuando vemos niños muertos en mitad de una calle de Palestina....Ese es el camino la destrucción del hombre, pues empecemos por ahí...Suerte al que sobreviva y que no vuelva a cometer los mismos errores.

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  2. Occidente esta perdido y no podemos sino mirar con indiferencia como caen de nuevo los muros de Jericó.
    Europa se ha desentendido demasiado tarde del hijo otrora pródigo y ahora claramente rebelde, manirroto y manipulador. Demasiado tarde.
    La tibieza de espíritu nos ha anquilosado, y con esperanzas vanas y a regañadientes el viejo, viejo continente, insufla una sangre que antes aborrecía para intentar resucitar lo que ya apesta.Demasiado tarde.
    La tierra de las revoluciones es ahora la tierra de las rebajas, la tierra de las recesiones, del paro, del premio al que ha regalado nuestro dinero a los veraneantes eternos.
    Demasiado tarde para Europa.

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