martes, 6 de abril de 2010

El camino

Una vez tuve un amigo
Tenía la cabecita pequeña
y los riñones hidratados
Solía venir a verme con una sonrisa al hombro
como un lorillo verdejo y verbenero
A pesar de ser joven
a veces cantaba canciones de otra época,
otras, ni siquiera hablaba,
así de permisiva era la amistad

Hicimos planes, algunos incluso posibles:
pensamos en dar la vuelta al mundo
haciendo ruido y robando fruta de árboles prohibidos,
también planeamos crear una marca de guardarropa
Un día se esfumó, sin más,
se llevó poco, a penas un botecillo con 10 gramos de polvos de hueso
Ahora, cuando ando el camino creo cruzármelo,
pero ya no es lo mismo


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