Como con un submarino te penetro
Parto las finas telillas de tu cuerpo
Renombro poros adormecidos
Con infinitesimal y nuevo vocabulario
Recupero universos olvidados
Y del manantial frenético bebo
Hay paz, ternura, alimento
El paraguas rojo y negro
Me protege de tus orgasmos
A la tarde, sueños de silencio
Un hambre de invierno
Araña el estómago
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