lunes, 18 de abril de 2011

Paniphone









Se pone su vestido de sangre
y baja a comprar el pan con su iPhone
y sus columnas primaverales
Despierta venablos adormecidos y
al barrio cosquilleos olvidados arranca
Su voz despide un flojel
que beso como a pechos encabritados
y guardo en los ozonos del invierno
Picas sembradas en la baraja de su aliento
Brisa de zarza eterna en el dosel

No hay comentarios:

Publicar un comentario