martes, 19 de abril de 2011

Martes Santo











Bajo una procesión de nubes
con hondura de ópera negra
raja el cielo Cristo amarrado
a un mástil de miedos
Catapultas del pasado
arrojando saetas en el XXI
La feligresía entrega
sus pececillos vendados de sueño
y una lluvia repentina
se traga los ojos confusos
Las llagas son alcancías
por los que entran los dineros
y un delirio colectivo
como un gran fantasma
lo inunda todo de incienso
Judas Y Pedro lloran con
bocas podridas de traición,
entonces Cristo entiende
que el mundo es su infierno
y derrama palabras de oro
sobres sus barbas

Un niño dice: vámonos, papá

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