Se derramó sobre tus manos
Yo acudí a beberlo
Sobre tus uñas mi lujuria y la acidez
El temblor de sentirme dentro
huyendo hacia tu ombligo, mi pozo,
mi abrigo de nuevo invierno
Ahora estoy aqui,
descolocando las comas que ordenarás
Es la felicidad perecedera,
pero no importa
Todas las mañanas me abrazo
a tus costillas de café
y aprieto las piernas
Sé que tras el azúcar no hay más
Afuera está el invierno
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