domingo, 12 de agosto de 2012

Es ésa cosa que hay aquí dentro. Intento desconectarla. Azafrán, raíces, colores, abejorros, colmillos, tu voz lejana. La patética manera de verme en el espejo y unas fuerzas que se diluyen. Ahora que el verano es la realidad y el sol administra con mano rota su energía, no sé si es mejor seguir huyendo y morder la hierba rota de los sueños. Yo sólo quería descansar en el vuelo sensato de la paloma, pero todo se alarga tanto que las alimañas ya rondan la juventud que te anida y el amor. Descansar la muerte sobre una madre, un amigo o una amante. Yo sólo quiero ser. Adentro y afuera. Inyectándome en los ojos libertad me pasé tardes enteras. Ahora me siento solo y no tengo nada por lo que apostar. Sólo hay unas fotos y unas lágrimas a las que golpeo con desesperados crochet. Este cansancio es un mostruo como una palmera deshilachada.

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