viernes, 18 de julio de 2014


En cálidas tierras escarbo. Su música y su luz son de un lenguaje inaprensible, como nubes homeopáticas vagando sin dueño. Si estoy así es porque quise cantar las afonías celestes del mar. Hay voces ensortijadas que se acumulan en la mañana. En nada me quedé por intentar serlo todo. Si morir es ser desterrado de los sueños, vivir es acariciar el epicentro difuso del verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario