Me descapullo entre risas metánicas -sí, de gas metano- y bostezos de alquitrán, reengancho la bici deshojada de mis sueños y la destrozo, con desidia, con insidia, con pericia de alcoholes, de sulfatos, de mentiras embalsamadas, de recuerdos condensados.
Me disculpo de mí mismo y a mí mismo y me enfrasco en pensamientos, en vulvas de cristal. Me recuerdo lo que quiero, lo que odio. Me recuerdo mis virtudes de biznaga desangrada, de coito desmembrado, de luciérnaga suicida, de leopardo viviente y corredor.
Me alejo de lo hermoso. Me despierto en lo ajeno, me vuelvo a dormir y a despertar. Me ilusiono con las ninfas arrogantes de mis sueños y con la sémola de trigo de Rabat. Me angustio con exámenes venideros, con los no me mires, con las corruptelas de pareja y los vete ya!!
Fotografía por cortesía del Pelao, se la he roboa, espero que algún día me perdone
angustias de treinta a cuarenta, pessoa pasea y el poso que pasa es el que pesa,
ResponderEliminary mientras ni siquiera un cigarro de humo verde sea, otra vez, alivio,
la lucha contra todo es ahora mas que nunca. la mañana es brillante y luminosa,
anoche fue un error y queda todo por hacer,
aun la casa de pringue, aun el luto en el ánimo,
aun la miseria en los restos de café que llevan desde el miércoles en la mesa caramelizando por acción del tiempo que lo seca todo y lo deja, ahí, alquitranando el fondo del vaso, el fondo del pozo, el fondo que no sabes si se va secando.
y mientras todo eso, más lo demás, va pasando
el poso sigue pesando, penando, amigo, pesado,
y te echas a la calle y nada ha pasado en realidad, solo que hay que seguir camino, y mientras se retuercen las tripas y te cagas vivo, y el retortijón es aguijón y cada minuto un río, y estigio cruzas, y estúpido, te vuelves, y buscas al grande, y lo grande te puede,
tómate otro café y sigue muriendo en la pelea