sábado, 9 de mayo de 2009

Monterito


Estaba en primero de carrera -no hace mucho de ello- y tenía que hacer mi primera gran entrevista a una celebridad. Los compañeros hablaban de futbolistas y mariconas con parné, presentadores de lo rosa y el amarillismo, estrellas de pop y estrellados del rock´n´roll. Yo, en un autismo sideral, recaba información, me desguazaba la cabeza y,  tristemente, me daba cuenta que a poca gente me  apetecía entrevistar. 

Por aquella época ya tenía el veneno literario de Montero Glez cabalgando por mis venas. Hacía tiempo que el Comba y yo nos habíamos quedado prendado con la personalidad del literato en uno de los pocos programas de cultura dignos de llevar ese nombre. Monterito, así es como lo llamábamos nosotros, era uno de los pocos que de verdad me apetecía atracar, pero, desplegaba el abanico de posibilidades de mi agenda y me quedaba solo, tan solo como tú en este momento. La tarea era difícil, pero yo me puse a trabajar. 

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