lunes, 1 de febrero de 2010

Macarra


En el Fritzclub llueve fuego
El profeta lidera la celebración
Macarrismo de Manchester, mirada salvaje,
corazón amable, bailecito de box-man
La ármonica vibra,
a navajazos intensos
penetra en los tímpanos
con desagradable sensibilidad
La mandíbula cadavérica desafina las armonías menores,
casi perfectas

El amor musical, aunque lejano , sigue siendo una posibilidad

Fotografía de Milos Gazdic, Berlín 23/01/10

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