viernes, 5 de marzo de 2010









El Profeta
entra malcosiendo pantalones en el tallercillo de la cárcel
y sale escoltado por un séquito de cochazos
La angustia la gestiona con la madurez de un hombre sabio
Instinto, coraje y ciervos hermosos como legado
Entre los barrotes afila la inteligencia, esculpe una imagen,
le revienta las tripas a la vida, tira palante
El miedo es una comadreja traicionera, un beso de araña, un espejo malformado dentro de ese agujero de lumpen, reyes caídos y trapicheos
Fuera está la esperanza, la mentira, el desengaño;
dentro el día día: en la celda de la celda de la celda
Un ángel degollado como amigo, un pasado de invisible,
un futuro, que no es poco, un futuro para Un Profeta

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