lunes, 11 de abril de 2011

Pirómano




















No, no me arrepiento
He encerrado al mundo
en el aseo y le he metido fuego
Bosques y pájaros han respirado tranquilos
Las ballenas han besado la garganta del cielo
con traqueteo trasatlántico
Una gacela se ha puesto tan contenta
que me ha regalado sus ovarios
como pendientes de materia viva y voluminosa
Aunque un broker con ojos tiznados
ha bajado las calles de fuego en una barcaza
Me cago en Dios, gritaba
con la ira del crack del 29,
como si fuera su último día
Por unos instantes el mundo sonreía
con una blancura iglesiaria
Me dormí sobre el gran cóndor americano,
pico mullido, alas de nube
Pero han echado abajo la puerta del aseo
Un sudor negro y un río de sangre lo ha anegado todo
Tras el broker la marabunta
Todos con palos, cuchillo, incluso escobas
Armas primitivas sedientas de guerra
Saltaban de sus ojos murcielaguillos repentinos
y un miedo, para el que me faltan palabras,
ha surgido de mi boca
Sí, he sido yo quien ha empujado al mundo al aseo y le ha prendido fuego
Después todo se ha vuelto rojo y amarillo

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