sábado, 4 de junio de 2011

La utilidad de algunas cosas

¿Para qué pasar las palabras al papel?
¿Para qué la vida y la muerte,
el pensamiento buceando
el túnel secreto de los naufragios?
¿Para qué el llanto interno,
los anhelos desbrozados a escopetazos,
las derrotas de a diario, las victorias idiotizantes?
¿Para qué tanta caricia emulando
el pecho lumbreante de la luna,
tanto maullido, tanta mandrágora enamorada?
¿Para qué tanta embriaguez o solemnidad?
¿Para qué tanta promesa olvidada
en en el lado obtuso de la duna?
¿Para qué tanta caricia herbácea,
tantos árboles, tanto verso desabrochado con la lengua?
¿Para qué tanta morenía esculpida entre sus piernas?
¿Para qué tanto consumo y felicidad pagada a plazos?
¿Para qué tanta esclavitud,
tantas hipotecas de 90 caballos,
tanto concurso y uranio empobrecido?
¿Para qué tanto manubrio naciente,
tanto desierto de pétalos,
tanta sombra y párpados cosidos?
¿Para qué tanto beneficio,
tanta nicotina anclada en los varaderos?
¿Para qué tanta elasticidad,
tanta pereza derramada en los ojos del orgasmo,
tanto café, tanta tacita de desprecio?
¿Para qué pasar las palabras al papel?

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