domingo, 27 de noviembre de 2011

Poema de hotel













Nunca he escrito un poema de hotel
Con sus números mudos en las puertas
y las limpiadoras de lo cotidiano
con acceso a las intimidades itinerantes
O al menos no lo recuerdo

No hay poeta que no tenga un poema de hotel
Es como mostrar una bandera
que hondea en el fuego del poemario
y lo reviste con su oleaje de tristezas y vanidades

No hay poeta que no reciba en su poema de hotel
a su amante/tigre, al suicidio, al wifi
a la obra maestra que nunca llega

Hay poetas que viven de hotel en hotel
como piratas que saltan de barco en barco

"Vivir sin vínculos; sin afectos maritales; acomodar en cajones el jersey y los calzoncillos, entre papelitos olvidados, postales con playas y soles muertos; atravesar los límites del deseo; hacer el amor sólo; quizá dormir con un cigarrillo en la bañera sin importar anegar el suelo de inmundicias humanas; andar sobre las toallas donde duerme un suavizante con olor a soledad; alma de viudo eterno, bolaño incandescente, baile de borrachos en una madrugada sobre la moqueta silente."
Fragmento de la novela Hoteles que duermen en mi corazón de H.S.F

Despedirse de un hotel es
como despedirse de un aeropuerto,
orinar en el vacío o copular en el desierto
tras unas dunas inversas

Vivir en un hotel es no tener
dónde sepultar el pasado
y vivir desafiando al futuro
Como pedir libros y no devolverlos
Es tener el alma cortada
por un patrón equivocado
y aun así ser feliz.

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