viernes, 18 de marzo de 2016

Este frío de luna,
en las tardes góticas
de la librería, a punto
de ser sombras en la nada.

Cantan pájaros maniatados
de ceniza. Relatos, fotografías,
lecturas mitológicas de la
MTV. Todo se olvida.

De camino hacia donde
los peces se hacen lluvia
y nadie sabe leer el agua,
el tiempo esculpe lava que
nunca vuelve a su volcán.

Alguien repite una letanía,
igual que las olas muerden
la tarde hundiendo sus dientes
disfrazados de un heno rubio.

También aquí late lago sordo:
un jergón de voces o
una sinfonía de avispas
entre tigres de invierno.

Cada día germina y cada día cae
abrazado a su lumínico absoluto.
Ansiaba tanto ser fuego que en el
recodo de una llama me apagué.  



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